La economía española sigue buscando soluciones a la lacerante crisis que lleva viviendo hace más de cinco años y que la ha abocado a un oscuro túnel del que parece no encontrar la salida. Y es que no es sencillo para un país que se había puesto en manos del sector de la construcción, un gigante con pies de barro que al derrumbarse ha mostrado claramente las carencias de nuestra economía.
Ahora todas las miradas apuntan al turismo y el comercio exterior, como posibles motores que nos puedan ayudar a salir de esta recesión, aprovechando la actual coyuntura que coincide con una leve recuperación de la economía de algunos de nuestros socios europeos.
Las revueltas sociales de varios de nuestros más directos competidores turísticos en la cuenca del Mediterráneo, como Egipto y Turquía, ha provocado que muchas miradas vuelvan a dirigirse a nuestro país. Las consecuencias no se han hecho esperar, y el pasado mes de julio España recibió 7,9 millones de turistas extranjeros, lo que supone un incremento de casi el 3% con respecto al mismo mes del año pasado.
Este nuevo récord de visitantes abre nuevas expectativas en un mercado que está en constante auge, como lo demuestra el aumento de los visitantes procedentes de nuestros dos principales clientes: el Reino Unido, que en los primeros siete meses subió un 4,3% y el alemán que creció un 5,2%. Por otra parte el turismo ruso ha experimentado un auténtico “boom” con un espectacular incremento del 30,6%.
Pero la gran sorpresa la han dado las exportaciones, que pese a la contracción económica que sufren los países de la zona euro, han subido un 7% en lo que va de año. Unas cifras especialmente significativas, teniendo en cuenta que Francia y Alemania copan el 35% de las ventas al exterior.
La demanda externa ya supone el 30% del PIB, diez puntos por encima de los valores anteriores a la crisis. Esta mejora de la competitividad se ha conseguido en parte gracias a la internacionalización de un gran número de empresas españolas, que se han visto obligados a mirar al exterior para poder sobrevivir.
Aún así los expertos se muestran cautelosos sobre el verdadero impacto que estos dos sectores pueden tener a la hora de revertir la delicada situación del mercado español. Aunque han servido de “bálsamo” para amortiguar en parte la débil demanda interna, existen serias dudas que puedan crear empleo de forma sostenible.
Gonher
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