Bruselas, 10 jul (EFECOM).- La Comisión Europea (CE) descartó hoy que la banca española necesite, de momento, ayudas adicionales a los 41.300 millones de euros ya desembolsados en el marco del rescate, pero alertó de importantes desafíos y riesgos para el sector.
"No hay actualmente ninguna razón para prever más desembolsos en el programa", señaló el Ejecutivo comunitario en el informe completo sobre la tercera revisión del rescate bancario español, que ha sido elaborado con la colaboración del Banco Central Europeo (BCE).
En el documento, de 46 páginas, Bruselas afirma que el plan de saneamiento de la banca española continúa encarrilado y que España ha cumplido casi todas las condiciones establecidas, tal y como avanzó el 3 de junio en un análisis preliminar tras la supervisión que realizó del 21 al 31 de mayo pasado en Madrid.
La solvencia de los bancos españolas ha aumentado tras la recapitalización y la transferencia de activos a la Sareb, el conocido como "banco malo", con ratios por encima de los requisitos europeos, pero pide a España que vigile continuamente la evolución de la calidad de los activos y los balances.
Ello se debe a la existencia de algunos desafíos y riesgos importantes que podrían dificultar la estabilización final del sector, entre ellos el decreto andaluz contra los desahucios, recurrido por el Gobierno ante el Tribunal Constitucional.
La CE reitera su preocupación por el plan andaluz, ante el temor de que las sanciones por las casas vacías y las expropiaciones temporales a los bancos para evitar desahucios en situaciones vulnerables puedan poner en peligro los objetivos del programa de rescate bancario y ahuyentar a los inversores.
En concreto, afirma que la Sareb se enfrenta a "incertidumbres jurídicas" derivadas del plan andaluz, que podría tener un impacto negativo en su actividad, tanto directo por las sanciones (calculadas en 200 millones de euros), como indirecto por reducir el apetito inversor y por consiguiente deteriorar el valor de la cartera de la entidad.
De acuerdo con el Ejecutivo comunitario, aproximadamente el 10 % de la cartera de activos transferidos a la Sareb se encuentra en Andalucía (6.000 viviendas), que se suman a 17.000 casas con hipotecas que sirven de garantía para préstamos.
Por otra parte, la CE pide a España que finalice las medidas del reparto de carga, es decir las pérdidas que sufren acreedores de los bancos, como los preferentistas, por el rescate bancario, pero advierte de que "los resultados de los procesos de arbitrajes por presuntas prácticas abusivas de venta (de preferentes) podrían representar una carga financiera adicional para los bancos".
Las quitas impuestas a los acreedores reduce en 13.000 millones la factura del rescate bancario, pero el "impacto total de este proceso no puede ser calculado aún con exactitud", señala la CE.
Para Bruselas el "principal reto para los bancos es permanecer rentables en el difícil actual entorno económico".
"La resistencia de los bancos en la situación económica actual adversa depende esencialmente de su capacidad de generar beneficios antes de provisiones que puedan compensar un deterioro en la calidad de los activos y hacer frente con los efectos de cambios regulatorios", señala la CE.
Bruselas saluda en este apartado el requisito para una mejor clasificación de los préstamos refinanciados del Banco de España, pero deja entrever cierta preocupación por la reciente sentencia del Tribunal Supremo que anula las cláusulas suelo en los casos en los que incumplen ciertos requisitos de transparencia.
Estos impiden a los clientes beneficiarse de determinadas rebajas del euríbor y la CE advierte de que esta medida "podría tener un impacto negativo en la rentabilidad" de los bancos.
Otra preocupación de la CE es el "elevado volumen de activos por impuestos diferidos en los balances" de varios bancos españoles.
También la Sareb tiene "importantes desafíos", entre ellos aplicar su plan de negocio para deshacerse de su cartera de activos en unas condiciones de mercado muy difíciles y con la feroz competencia de los bancos.
El proceso de venta de los activos ha sido más lento de lo esperado (a través de la red minorista) al haberse iniciado la comercialización más tarde debido a dificultades operativas iniciales y también una política de precios "excesivamente rígida" podría haber retrasado la salida de los productos, indica la CE.
Para el Ejecutivo comunitario, también el lado macroeconómico supone un desafío para la banca.
"Una prolongación de las tendencias negativas en materia de desempleo, ingresos reales y la solvencia de las empresas más allá de las expectativas actuales elevará los riesgos, particularmente para los bancos más débiles".
La CE afirma que "el sector financiero y los mercados financieros españoles en general siguen siendo vulnerables" y "la incertidumbre, tanto por la evolución de la economía real como por su posible impacto en la banca sigue siendo elevada".
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