Mundotrading. 12 de Julio.- La economía china empieza a mostrar algunos signos de debilitamiento, como lo confirman los datos del pasado mes de junio, en el que las exportaciones descendieron un 3,1% con respecto al año pasado, una cifra por debajo de lo previsto por los expertos que auguraban un leve crecimiento. También las importaciones disminuyeron un 0,7%, lo que muestra una caída de la demanda interna.
Las exportaciones alcanzaron los 174.300 millones de US$, mientras que las importaciones llegaron a los 147.200 millones de US$, lo que marca un déficit comercial del 14% en junio para la segunda economía mundial, equivalente a 27.130 millones de dólares. Para este año los responsables del gobierno chino en materia económica, se han marcado como meta un crecimiento del 7,5% muy lejos del 14,2 % de 2007.
Esta desaceleración económica del gigante asiático, va a obligar a sus dirigentes a llevar a cabo algunas reformas estructurales para estimular el crecimiento, aumentando el consumo interno y disminuyendo la dependencia del comercio exterior. También se han comprometido a impulsar al sector privado para aumentar su competitividad y crear empleo.
Otro de los problemas que tendrán que enfrentar, es la estrategia del Banco Central que ha permitido la subida de las tasas de los préstamos interbancarios, con aumentos de hasta un 20%, para poder luchar contra los “banqueros en la sombra” que han creado en China un sistema bancario paralelo. Esto ha ocasionado que las pequeñas y medianas empresas acudan a solicitar un préstamo a estos “bancos” antes que a los estatales.
A esto se añade la excesiva rigidez que domina en el mercado de valores y que impide que algunas empresas privadas puedan obtener una inyección de capital que les permita seguir creciendo. Al contrario, muchas compañías propiedad del estado, que además dominan ciertos sectores estratégicos de la economía, conservan un trato preferencial, con gran facilidad para acceder a los préstamos cada vez que lo necesiten, con lo que se produce una competencia desleal entre ambas.
La caída de la demanda de China también va a tener un efecto negativo importante en el resto de economías del continente asiático, que le suministran materias primas de primera necesidad como el petróleo, acero y cobre, además de un buen número de componentes industriales indispensables para que las empresas manufactureras puedan fabricar sus productos.
Con este escenario, lo más probable es que el crecimiento de la economía China pase por un periodo de transición, con un crecimiento más sostenible que le permita hacer en los próximos años algunos ajustes necesarios.
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